martes, 9 de enero de 2007

Creencias

El otro día puse un par de comentarios a un post titulado "Ya no podemos estar seguros de nada" en el blog de Eduard Punset. En el post se puede leer la frase "Por fin entendemos porque sólo vemos lo que queremos ver, de la misma manera que la luna nos parece mucho mayor cuando está en el horizonte terrestre que cuando está arriba del todo"; la primera parte de la frase -creo- habría que interpretarla como "creemos lo que queremos creer". Dice Eduard que un amigo le había encargado hacer un texto alrededor de la cuestión "acerca de qué eres optimista".



Y al final dije algo acerca de lo cual me sentía optimista, algo que tiene que ver con aquello que quiero creer. Todo el que dice creer algo lo dice aduciendo argumentos. Y yo no soy menos, claro. Sucede que quienes creen que lo que yo creo es un disparate son, probablemente, más del 99% de la sociedad. Voy a exponer a lo largo de los próximos meses por qué digo creer lo que quiero creer y por qué eso me hace sentir optimista.



Para que se pueda calificar mi conducta de racional, es necesario que yo me declare abierto a la posiblidad de estar equivocado. Y no sólo eso: si, además, quiero proceder de forma científica, tengo que diseñar un método para probar que estoy equivocado, puesto que lo estoy (toda teoría acaba siendo refutada por otra mejor). Pero ésta no puede ser mi actividad inicial. Antes de probar que estoy equivocado, cosa que espero hacer, tengo que probar que tengo razón. ¿Acerca de qué?. Acerca del sida.



Pero para probar que tengo razón tengo que probar que otros no la tienen. Porque se trata de eso, sí: de que creo que la creencia de la inmensa mayoría es falsa. Supongo que cualquier lector, escogido aleatoriamente, cree con una probabilidad de más del 99% que el llamado síndrome de inmunodeficiencia humano (S.I.D.A.) está causado por el llamado virus de la inmunodeficiencia humana (V.I.H.) ¿Me equivoco?. ¿Tú qué crees?.

7 comentarios:

Dinorider d'Andoandor dijo...

el progreso cientifico esta plagado de historias de supuestas verdades que muchas veces fueron tomados como cuasi dogmas, naturalmente nuevas evidencias surgen y lo que era verdad deja de serlo.... de modo que cada quien es libre de investigar, usar sus neuronas y sacar sus propias conclusiones validas o no.

De lo del sida creo que es conocido por los medios que mucha gente diagnosticada del mal hasta afirma que el vih no existe, en fin, cada quien es libre de creer lo que le plazca, naturalmente se sabe que el tal vih existe y que es la causa que inicia el Sida al margen que aun haya gente que no lo quiera creer.

zalakain dijo...

Muchas gracias por contestar. Esa es exactamente la respuesta a la que me refería al hablar de la creencia de más del 99% de la población. La tuya es una respuesta muy, muy especial, porque es la creencia de quienes sostienen que no dudan de que el V.I.H. es la causa del S.I.D.A. aun a sabiendas de que existen explicaciones que la niegan. Repito: Muchas gracias. Una de las cuestiones que pienso tratar en el blog durante los próximos meses es ésta y es de agradacer contar con la colaboración de los "creyentes".

zalakain dijo...

La última palabra del tercer párrafo de mi post es "sida". Ahí está la prueba de la eficacia de la publicidad. Incluso en una persona como yo, convencida de que las tesis oficiales acerca del S.I.D.A. son falsas, se acaban introduciendo los tricks que acaban por convencerte de algo falso. El S.I.D.A. es un síndrome, no una enfermedad. Como en el caso de la E.T.A., yo lo nombro mediante su acrónimo, con mayúsculas y puntos; de la misma manera que no quiero que se considere a una banda de terroristas como un grupo de amigotes de los nuestros que andan descarriados tras unas cuantas copas de más, así quiero que no se dé por hecho que es una enfermedad lo que no es sino un síndrome.

Antonio dijo...

Saludos. Soy un lector asiduo del blog de Pereque y de ahí me pasé para acá.

Respecto a tu pregunta: debo aclarar que no estoy a favor de ninguna creencia y pienso que no se debe tratar de creer o de no creer.

Como tú mismo mencionas, una teoría siempre puede ser refutada por otra mejor. Sin embargo eso no significa que tengamos que asumir que de antemano todas las teorías que actualmente son aceptadas por la comunidad científica algún día serán refutadas.

Debo reconocer que la forma en que introduces el tema es interesante, ya que de antemano dejas claro lo que crees y que eso que crees va en contra de la creencia generalizada para después prometer que expondrás las razones que tienes para afirmar tu creencia. El punto es que me has despertado la curiosidad, pero debo mencionar que ya que lo que afirmas creer está contra lo generalmente aceptado (pones un 99%, que tal vez es arbitrario pero puede ser) se puede considerar una afirmación extraordinaria de esas que según Carl Sagan requieren evidencias extraordinarias, tus posts de los próximos meses prometen ser verdaderamente especiales.

Un abrazo y por favor no me clasifiques como creyente o no creyente, ya que no cuadro con ninguno de esos grupos

zalakain dijo...

Muchas gracias, Antonio. Es un placer leer colaboraciones de personas abiertas. Yo creo serlo. Y eso conlleva mi disposición a abandonar mis creencias si mediante el cálculo lógico llego a la conclusión de que son equivocadas. Lo que pretendo en adelante es hacer una contrastación de posiciones, hechos y valoraciones para saber si lo que creo es asumible o no. Lo del 99% es una simple valoración, tal vez quienes no creemos la explicación oficial del origen del sida seamos más de lo que yo creo. Eso, en mi opinión (actual, y con perdón) hablaría en favor de la buena higiene mental de la gente.

zalakain dijo...

A la hora de decidir si se administra o no un medicamento con gravísimos efectos secundarios, sí es decisivo el creer o no creer, máxime si su eficacia es discutible y los posibles efectos secundarios parecidos a los que combate.

Para mí, perdona, es de sentidos común que todas las teorías actualmente son aceptadas por la comunidad científica serán refutadas algún día. Creería otra cosa si hoy hubiese alguna teoría con más de cien años que todavía estuviese vigente. En la explicación del devenir histórico, las teorías del pasado son necesarias para explicar la aparición y evolución de las presentes. Comportarse o hacer predicciones en base a teorías pasadas difícilmente puede conducir al éxito.

No veo por qué esto no habría de continuar siendo así. Tendría que hacerse realidad aquello del fín de la historia....

zalakain dijo...

Curiosamente, la guerra contra el sida (ese gran negocio farmacológico) fue promovido por Bill Clinton en tiempos en que el grueso de la comunidad científica oficial todavía creía que las variaciones del clima que la Tierra estaba experimentando eran normales, que cabían dentro de lo esperable teniendo en cuenta la historia geológica y que no eran en absoluto atribuibles a la acción humana.

Hoy día, un cercano colaborador de Bill Clinton, Al Gore, pasea por el mundo la creencia contraria.

Al fantasma del sida le auguro una evolución similar, aunque con consecuencias necesariamente diferentes (existen intereses económicos de magnitud escalofriante y es difícil decir hasta qué punto son culpables quienes colaboran con la industria del sida, hasta qué punto pueden alegar ignorancia de la existencia de explicaciones diferentes).