Una vez tuve un yo y no le invité;
tal vez por eso me dejó.
Otra vez quise que se quedase,
pero no sabía cómo,
y al final era otro.
Una vez te vi en una mani,
pero no eras tú,
sino mucho más joven.
Yo nunca estuvo en una mani,
o estaba sin querer.
O estaba en ese vagón,
haciendo que no os veía,
como queriendo confundiros con la media;
yo, dice, ingenuo,
suplantándome.
Otra vez hizo el buzo
y no se deprimió
contempló tiburones, los amó,
miró el techó, se levantó
semidespierto caminó
y en el espejo me vio,
(me vi,creo,
debia de ser yo).
5 comentarios:
Ahora toca poner el poema de Salinas, ese que dice:
"Se te está viendo la otra...."
A veces también tengo la sensación de ser sólo un reflejo de mí misma. Debe ser que hoy el cielo sigue estando gris, y la llovizna lo impregna todo.
Veo mi reflejo mojado en un espejo de lluvia.
Afortunadamente, junto a mí hay una mirada del color de la canela, que me convierte en una persona de carne y hueso.
Bona nit.
Esto que ves, no soy yo.
ya veo
Cada vez que estoy delante de un espejo, me resulta más difícil obviarme.De pequeña no veía nada,salvo los pelos de punta y las legañas. De joven, sólo veía lo que me interesaba. Y ahora veo lo que no quiero.
Saludos.
Me gusta esta parte especialmente:
"Otra vez hizo el buzo
y no se deprimió
contempló tiburones, los amó,
miró el techó, se levantó
semidespierto caminó..."
Es que eso, lo de bucear, tocar fondo... y salir "semidespierto"... es real en cada uno de nosotros...
Muy bueno.. un abrazo a tu YO... el auténtico
Sarsillo
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