miércoles, 7 de febrero de 2007

Riederwald


Una de las grandes diferencias entre los idiomas alemán y español es la existencia, en el alemán, de nombres (palabras mamut, las llaman ellos) que son, en realidad, la agrupación de otros dos o más nombres y que, para traducirlos al español, es necesario convertirlos en una expresión nominal o una frase completa. Es así que el alemán es el idioma con mayor vocabulario de los existentes y que el manejo de las frases requiere una entonación muy peculiar; en esta clase de nombres es necesario hacer una leve pausa entre sus componentes y, en la práctica, pronunciarlos por separado.

Esto tiene un lado incómodo, primero por la longitud de esos sustantivos y, segundo, porque los componentes están adosados -sin preposiciones o artículos- en orden inverso a la dirección de la frase. Así, por ejemplo, para hablar del bosque de Rieder, se dice Riederwald. Bingo: Wald significa bosque.

Yo vivo, desde mi separación de Ingrid, en un barrio de Frankfurt llamado Riederwald. El sitio es una antigua colonia obrera venida a menos, originada en la época de la expansión del milagro alemán, cuando los obreros de aquí vivían como la clase media española anhelaba llegar a vivir.

Y, claro, el sitio está junto a un bosque, o lo que queda de él.

Al principio de mi estancia aquí, como no conocía otro camino, iba al centro de Jean Jules por la calle am Erlenbruch, que siempre está llena de coches, porque es la única manera de ir desde Frankfurt hasta Enkheim (aparte del U-Bahn). Ahora voy por el bosque que da nombre a mi barrio. Es un placer cruzarlo en bicicleta; caminando no es tanto el placer, o no siempre, porque muchas veces hay vecinos que sacan sus perros a pasear y, cuando hay buena onda, vale, pero yo no siempre tengo buena onda con los perros.

Es así que tengo, cuando camino por el bosque, un cierto complejo de Caperucita Roja. Cuando sé que no hay perros, me da por acomplejarme de Caperucito Rojo y miro los árboles y me pregunto si se me aparecerá la Loba Feroz por detrás de uno. Lo que en realidad me pregunto es, si así llega a suceder, si debo resistirme en el caso de que quiera violarme; tengo que admitir que aún no tengo preparada una estrategia para el caso de que no quiera.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.acidplanet.com/artist.asp?PID=939310&t=3225
Pulsa el play en esta página, caperucito.

Nerim dijo...

La imaginación es cosa seria y te puede poner en aprietos, no vaya a ser que tanto árbol no te deje ver el bosque.
Nerim

zalakain dijo...

Camilo, tú eres mi profeta!!!!

Camilo dijo...

No, yo, no, el Moncho Alpuente que creo es el autor. Un saludo.

adelle dijo...

Una vez lei que existen más de 1000 versiones del cuento.
Pero si te sabes el chiste, recuerda Caperucito "por los ojitos no"
Saludos para tí

zalakain dijo...

no, no lo sé, porfa, cuéntamelo

Elbereth y su silencio dijo...

Me recuerda al bosque de Wuppertal, donde viví hace unos años. Es curioso pero los perros y yo nos comprendemos, nunca tengo problemas con ellos; salvo los del tipo "agresivo",pobres, estos no cuentan.
Sin embargo, cuando viví en Alemania --quizá por el idioma-- fue la única vez en la que me costó sintonizar con los perros.

zalakain dijo...

En España, casi nunca tenía problemas con los perros; aquí son ocasionales, pero los tengo.

zalakain dijo...

Curiosamente, en Alemania son excepciones los perros que no son sometidos a entrenamientos de comportamiento "cívico". Para no pocos alemanes, los perros son equiparables en derechos a las personas.

adelle dijo...

Bueno, aqui va el chiste para ti:
"Caperucita se encuentra con el lobo en medio del bosque y éste le dice con su voz fuerte y ronca, ¡¡Caperucita prepárate porque te voy a violar!! y ella(como toda una conocedora) le dice, bueno Lobito violame por donde quieras, pero por los ojitos no por favor".
Todo esto se cuenta con mimica y otras cosas que no es posible reproducir por escrito.

pensando con el corazon dijo...

Yo te diría "vente pa España!!!!!!!

Ni el idioma, ni los perros alemanes (aunque el "pastor aleman" y el "pastor andaluz" sean mis preferidos), ni los bosques con miedo me gustan... así que mejor piensa en salir de eso caperucito... No te gusta más ser el protagonista de otro cuento?


Un abrazo

Sarsillo