miércoles, 21 de febrero de 2007

guerra

El señor José María Aznar nos metió en dos guerras; las consecuencias de una volaron las perspectivas de reelección de su partido. Las consecuencias de la otra podrían haberlo igualado a su "amigo" George Bush. Yo creo que él estaba temiendo/esperando/deseando tener su 11-S. Un atentado terrorista de la E.T.A. habría tenido, creo, sobre el electorado español unas consecuencias parecidas a las que sobre el electorado norteamericano tuvieron los atentados del 11-S.

El frente interior (el de la guerra contra el País Vasco) sigue abierto.

Creo haberlo escrito ya. Y necesito repetirlo: Entiendo el sistema penitenciario como un sistema de reeducación y reintegración social. La persona que ingresa en el sistema penitenciario debe poder abandonarlo después de probar que es un ciudadano consciente de sus errores

No entiendo que a alguien que es culpable de homicidio y dice no arrepentirse de sus acciones se le pueda considerar rehabilitado. Aquí no tengo dificultades en decir que comparto parcialmente la reacción del PP ante la resolución de la decisión del Supremo de rebajar la condena a De Juana Chaos. Tengo que respetar la decisión, pero no me parece acertada.

Mi afirmación está, evidentemente, hecha desde las antípodas ideológicas del señor Aznar, de quien yo esperaba en vano que se retirase del ruedo político. Entiendo que el señor Aznar debería llegar a comprender cuanto antes que no estamos dispuestos a concederle la ínsula Barataria. O mejor dicho: que deberíamos convencernos de que no se la merece :-)




6 comentarios:

Maripuchi dijo...

Querido Zalacaín,
No puedo estar más de acuerdo contigo.
El problema es de fondo ... así pues, cambiemos la ley que permite que personas no rehabilitadas salgan de prisión (para volver a cometer crímenes).
Mientras tengamos las leyes que tenemos, lo único que podemos hacer es luchar para cambiarlas, pero en el sitio debido, no frente a la sede del TSJ enarbolando banderitas ...

Camilo dijo...

Creo que a De Juana se le tenía que haber mandado a casa si se atendía a sentimientos humanitarios. La rebaja de la pena no tiene nada que ver con esto; creo que se debe a que la condena de 12 años por un artículo (con todo lo que oimos a Acebes, a Rajoy y a Zapalan) fue injusta. Fue un apaño para calmar los ánimos, una chapuza que el estado de derecho no podía consentir. Si la ley no funciona se cambia, pero no se pueden hacer trampas. Lo que se ha hecho el Supremo es poner las cosas en su sitio.
Otra cosa es el tema de la rehabilitación. ¿Se ha arrepentido Bush de los 3000 soldados que ha mandado a la muerte o de las penas de muerte que ha firmado? ¿Se ha arrepentido el gobierno israelí de todos los niños (y sólo me refiero a los niños) muertos en ataque selectivos? La pregunta no es si De Juana tiene que arrepentirse, sino si cree que matar sigue siendo una opción válida. Esa es la rehabilitación a mi entender.

zalakain dijo...

Yo no pretendo en absoluto aplaudir esa campaña de acoso. Sólo que éste es un caso ejemplar para tratar la reinserción de los presos. Se trata de que el sistema penitenciario no se ha reformado de veras, ésa es la cuestión de fondo que yo quiero tocar. Al tiempo.

Con lo del artículo tienes razón, Camilo, pero ése no es mi tema. Déjame que te diga que no entiendo la diferencia entre que se arrepienta y que deje de considerar que matar sigue siendo una opción válida. ¿Crees que a esa consideración se puede llegar de una forma puramente técnica?. Por otra parte, tu posición de preguntar, discúlpame, es un poco como lo de "mal de muchos..." ¿acaso consideras a Bush o al gobierno israelí como modelos de comportamiento?. No, verdad?, entonces ...

Camilo dijo...

No, no creo que matar tenga justificación; lo que digo es que lo que me importa es lo que quiera hacer De Juana a partir de ahora. El arrepentimiento va unido a la libertad de elección. ¿Es De Juana libre? ¿Está mentalmente preparado para perdonar a sus enemigos? ¿Está lúcido como para admitir que el asesinato no es (ni con la justificación política) nunca, nunca, una vía?. ¿Las víctimas están dispuestas a perdonar o a olvidar? A mi abuelo lo mataron de una paliza tras la guerra y he visto a la que le denunció. Nosotros fuimos víctimas del terrorismo fascista: ese de la postguerra. Ese que violaba, denigraba y esclavizaba a quien le venía en gana. Nosotros nunca pedimos carcel para los asesinos. ¿Quienes son las victimas del terrorismo para negarnos ahora la paz a los demás? Yo quiero la paz a cualquier precio. Tendrán que acostumbrarse como lo hicimos nosostros. (Perdona por el ladrillo).
Tienes razón en lo del mal de muchos, pero es que es todo tan hipócrita! Intentan manejar a las victimas. El caso es que lo he expresado mal.
Si dejaran a los vascos en paz, estoy seguro de que la sensatez acabaría por dejar las cosas claras, pero, ya sabes, a rio revuelto... Y entre unos y otros, la casa sin barrer.

adelle dijo...

¿En algún lugar del mundo, son las carceles lugares de rehabilitación?
Actualmente en Chile cuando un delincuente cae a la carcel, luego sale peor, como dice Serrat en una canción "la sangre siempre trae sangre".
Si Bush o Aznar estan por la guerra, tarde o temprano eso tendran en sus propios territorios.

TAZ dijo...

obsesión enfermiza


http://elsalmorejo.blogspot.com