domingo, 25 de febrero de 2007

11-S

El 11 de septiembre del 2001 parecía un día como otro cualquiera. En aquellos días me sentía muy ilusionado porque estábamos poniendo en marcha un grupo de teatro. Por fín, un grupo hispanohablante de teatro en la uni.

Había invitado a un amigo a comer. Cuando éste llegó, lo primero que hizo fue prender la computadora y entrar a Internet.

Yo preparaba la comida e hice un inciso para observarle. Estaba leyendo una página de la Bild Zeitung. La expresión "Bild Zeitung" asociada a la palabra "Volk" es algo que tiene la virtud de revolverme las tripas, me produce náusea. Pero bueno, rarezas las puede tener cualquiera y mi amigo es una persona encantadora, así que a él las rarezas se las toleramos más que a cualquier otro ¿no?.

En la página se veía una imagen que parecía una ilustración de alguna película norteamericana tipo "El coloso en llamas" o algo así, cosas de la Bild Zeitung, me dije. Cuando me acerqué, hizo mi amigo un gesto agitando el puño cerrado, lo cual, en un contexto absurdo como el que proporciona la Bild Zeitung, no es nada especial. No entendí su comentario, no le di mayor importancia. Comimos, probablemente charlamos entretanto (no recuerdo que habláramos del asunto de Internet), nos despedimos, él se fue.

A las ocho de la tarde teníamos la reunión del grupo de teatro. Para entonces ya me había enterado del atentado y estaba en estado de shock. Después de la reunión nos fuimos a un bar a tomar y charlar. Recuerdo haberle dicho a mi amigo que una matanza así me parecía terrible, pero no menos terrible el retroceso que le esperaba al mundo, en especial a los palestinos.

A mi estado de desesperanza se añadió el de decepción, profunda decepción al comprobar que mi amigo celebraba ese atentado y repetía una y otra vez que consideraba legítimo el uso de la violencia para conseguir objetivos políticos. No he dejado de considerarle mi amigo, pero de la decepción no me he recuperado. Nada me alegraría tanto de él como escuchar que reconsidera su posición.




7 comentarios:

Maripuchi dijo...

Yo no lo celebré ni ese día ni ningún otro. Como tú dices, yo estuve en shock (hasta que tres días después me rompí un tobillo).

Pero también te digo que pienso que a EEUU le vino bien probar un poco de su propia medicina en la puerta de su casa.... Aunque lamentablemente, en la práctica, de nada les sirvió.

Una globalizada pena.

Maripuchi dijo...

Coño, me has dejado ya mal rollo para la mañana del domingo .....

Porque a veces, sí me alegro del mal ajeno. ¿Soy una mala persona?

Camilo dijo...

Nosostros nos qudamos con una mezcla agridulce, lo normal en las provincias del imperio. Sabíamos que algo iba a cambiar, pero eso fué cuando se nos pasó la caraja provocada por esa barbaridad. La tripa nos dijo una cosa, pero el cerevro nos dijo otra muy distinta, máxime cuando las 3000 víctimas no eran de esos estadounidenses catetos y cerriles, sino que también había otros ilusionados con un mundo mejor y también había inmigrantes. No recuerdo el número de paises afectados, pero, igual que pasó el 11-M, eran de todas partes. Only a pawn in their game (B.Dylan)

zalakain dijo...

Maripuchi: si las malas personas fuesen como tú, la vida sería una fiesta.

Esta guaja ye mu guay!!

Camilo: habría sido lo mismo si los 3000 hubiesen sido yupis neoyorquinos. La Declaración Universal de los derechos del hombre lo hace igual.

adelle dijo...

Creo haberte comentado hace 2 dias respecto al 11 de septiembre, pero por alguna razón no esta en tu pagina.
El 11 de septiembre es una fecha de dolor, en Chile los militares golpista bombardearon la moneda el 11 de septiembre de 1973, el presidente Allende se suicidó y luego vinieron los años de terror, persecusión, desapariciones y muerte.
El atentado del 11 de septiembre en EEUU, no lo celebro, pero creo al igual que maripuchi, que a los norteamericanos, les estan dando a probar un poco de su propia medicina.
Como dice Serrat "la sangre siempre trae sangre"

Camilo dijo...

Gracias, Zalacaín por el toque de atención. También me hubiera parecido una barbaridad si hubieran sido 3000 zoquetes (además, ¿quién puede decir quién es zoquete?).

pensando con el corazon dijo...

Atentaron contra el sentimiento prepotente de los EEUU, pero como son, como son, de poquito les sirvió..
Está claro que la violencia nunca enseña paz y que al final le dá la razón a quien muy posiblemente no la tiene.

En el momento en que se utiliza la fuerza o la violencia, aunque sea con la mejor intencíón del mundo, pierde toda posible credibilidad.

Es mi opinión

Lo de tu amigo, bueno, creo que ese sentimiento estaba ahí más presente de lo que pensamos, al menos él, lo dijo claro..

Un abrazo

Sarsillo