De que los tiempos están cambiando no cabe duda. Siempre ha sido cierto, pero nunca tan evidente como ahora. Los de antes eran tiempos en que los mayores habían visto el mundo cambiar y comentaban con aprendida nostalgia "ay, aquellos sí que eran tiempos...", recordando un tiempo que, claro está, (para ellos) fue mejor. Hoy las cosas ya no son así. Y no porque los viejos no sientan el peso de la vejez, claro, eso no ha cambiado -todavía...-, ni porque no vean que el mundo cambia a su alrededor. Sucede al contario, que el mundo cambia tan deprisa que se ha convertido en otro antes de que el hombre se haga viejo, y en otro, y en otro...
Todo cambia, todo cambia. Y todo es lo mismo. Seguimos siendo seres -y, en ese sentido, los mejores- que intentan adaptarse a los cambios del mundo. Unos cambios que vivimos y creamos, contemplando a veces con vértigo, a veces con prometeico afán, cómo lo que hacemos cambia el mundo y nos cambia. Nos cambia. ¿Cómo hemos cambiado?. ¿Cómo cambiamos?. ¿Cómo vamos a cambiar?.
El agua que Heráclito veía pasar a sus pies era siempre la misma, siempre cambiante, así hoy. Hay cosas que nos hacen creer que somos lo que siempre hemos sido: seres que respiran, comen, saltan, aman, ... Creemos que somos los mismos de siempre, o tal vez sólo queremos creerlo, aunque nos cueste cada día más; porque, sí, respiramos, pero lo que respiramos ya no es lo que era; comemos, claro, pero a veces no sabemos ni qué ("de qué estará hecho esto?").
Hay cosas que parecen no cambiar, tal vez porque hay cosas que no cambian, sin duda también porque no queremos creerlo. Parece ser que hay quienes niegan la validez de la teoría de la evolución...
En fín, eso no debería apartarnos de la realidad: que estamos creando cambiantes herramientas para cambiar el mundo y esas herramientas están al alcance de cada vez más gente. Y aquí aparece el dios de la moral con su fruncido cenyo y pregunta retóricamente: "¿es eso bueno?". Los mejoradores saltan a una y gritan "SÍÍÍÍÍ" (están repartiendo octavillas entre el público con lemas contra las patentes de software, en favor del código abierto). El dios de la moral mira de reojo al dueño del patio, que sonríe, inquieto.
La democracia está empezando a nacer y algunos nos preguntamos cómo será. ¿Será una niña?. Qué alegría. ¿Sabrá que algún día existió Internet?. La democracia está muriendo, y algunos llorarán, ¿lloraremos?. Me pregunto si es posible, en el último minuto de vida, llorar de alegría.
Todo cambia, todo cambia. Y todo es lo mismo. Seguimos siendo seres -y, en ese sentido, los mejores- que intentan adaptarse a los cambios del mundo. Unos cambios que vivimos y creamos, contemplando a veces con vértigo, a veces con prometeico afán, cómo lo que hacemos cambia el mundo y nos cambia. Nos cambia. ¿Cómo hemos cambiado?. ¿Cómo cambiamos?. ¿Cómo vamos a cambiar?.
El agua que Heráclito veía pasar a sus pies era siempre la misma, siempre cambiante, así hoy. Hay cosas que nos hacen creer que somos lo que siempre hemos sido: seres que respiran, comen, saltan, aman, ... Creemos que somos los mismos de siempre, o tal vez sólo queremos creerlo, aunque nos cueste cada día más; porque, sí, respiramos, pero lo que respiramos ya no es lo que era; comemos, claro, pero a veces no sabemos ni qué ("de qué estará hecho esto?").
Hay cosas que parecen no cambiar, tal vez porque hay cosas que no cambian, sin duda también porque no queremos creerlo. Parece ser que hay quienes niegan la validez de la teoría de la evolución...
En fín, eso no debería apartarnos de la realidad: que estamos creando cambiantes herramientas para cambiar el mundo y esas herramientas están al alcance de cada vez más gente. Y aquí aparece el dios de la moral con su fruncido cenyo y pregunta retóricamente: "¿es eso bueno?". Los mejoradores saltan a una y gritan "SÍÍÍÍÍ" (están repartiendo octavillas entre el público con lemas contra las patentes de software, en favor del código abierto). El dios de la moral mira de reojo al dueño del patio, que sonríe, inquieto.
La democracia está empezando a nacer y algunos nos preguntamos cómo será. ¿Será una niña?. Qué alegría. ¿Sabrá que algún día existió Internet?. La democracia está muriendo, y algunos llorarán, ¿lloraremos?. Me pregunto si es posible, en el último minuto de vida, llorar de alegría.
21 comentarios:
Hola sólo decirte que no esperaba esto de ti. Imagino que lo borrarás, cosa que nosotros nunca haremos con tus comentarios. Sólo decirte que el nacionalismo vasco es un invento de los jesuitas, cabreados por su pérdida de privilegios y monopolios tras la derrota carlista.
Sabiendo que eres proetarra ya entiendo muchas cosas.
Je je, Pinkerton Arancibia, tu imaginación te juega malas pasadas. Es cierto que, si bien no he borrado ningún comentario, no tendré inconveniente en hacerlo con aquellos que contengan insultos, si llega a haberlos. No, ni borro mensajes ni me los invento :-)
Yo creo que si la E.T.A. tuviera que escoger entre tú y yo como víctima, me escogería -temo- a mí.
Tú no eres más que un dilettante profascista. Eso es para ellos algo necesario, su razón de ser. Yo tengo algo que para ellos es lo peor: argumentos; ¿sabes qué es eso?.
Argumentos son los que han intentado ocupar las agrupaciones juveniles del ámbito de ETA y mira como les va.
Habrá que denunciar este blog por su contenido "argumental" en pro de terroristas.
En todo caso el gobierno vasco pagará para que tengas mejores condiciones de vida y tus familiares pueden visitarte.
Maria Ignacia completamente de acuerdo.
Zalakañin imaginaba que no podrías contrarrestar las referencias al jeusitismo, en cuanto a ETA no creo que tú hayas llevado escolta, como tuve que llevar yo. Por cierto, cuando vengas a nuestro blog, tira de la cadena :-)
Respecto a diletante profascista, me parece un argumento "poco democrático" tipo de los chicos, buenos claro, de JARRAI
¿Cómo que no inventas mensajes? ¿La creación es no es invención?
jajajajajajajjaa
ja ja ja, pero roberto, ¿cuántas personalidades tienes? ¿participas en un concurso?
tienes razón: lo de inventar era por los mensajeros, no por los mensajes.
Si quiere que te diga la verdad, no me extraña que tengas que ir con escolta ... ja ja ja :-)
Ya he ido a la AVT para denunciar este blog como proetarra. El sr. Moris estará contento de saber que aqui se hace apología al terrorismo.
Caramba, creo que me he perdido algo: ¿Quién es el sr. Moris?
Cuando te co ience a visitar la AVT compleyta sabrás quiene es el sr. Moris, vicepresidente de AVT.
Vale. San Gúguel lo arregla todo: Moris es uno de los tuyos :-)
Leyendo su blog pareciera que usted no es de aquellos que pueden llamarse españoles.
Aquí se intenta hacer homenajes a todos los elementos de destrucción de la nación española.
Pero eso es legal y tiene derecho.
Lo que es impresentable es la apología al terrorismo, la defensa de personas como de Juana Chaos y eso señor es punible.
Le pido que por favor no se burle de aquellos que hemos tenido familiares asesinados por terroristas.
jajajaja jodó, Zalakaín ... menudas compañas te has echado!!
Pinkie es gerente del teatro de Mari Concilio. En el fondo, es un encanto.
Uy, como está el patio...
Es muy lamentable que vengan a manifestarse aquí tambien, en nuestra propia casa... como no vamos a sus millonarios paseos, vienen como la montaña a Mahoma, a manifestarse con pancartas delante de nuestras naricillas.
Está claro que no entienden nada y se creen propietarios de las esencias patrias, que deberían ser de todos pero que ellos, siguiendo su costumbre ancestral, quieren solo para sí.
Una pena...
Blanca, el único error de los Borbones y de Felipe V en especial fue el de no retirarle los fueros a los vascos y a los navarros (que no son lo mismo) igual que como se hizo con los catalanes.
Cómo han sido vasallos de castilla y carne de cañón no se hizo lo que se debía.
Pero aparte de eso creo que el que no entiende nada eres tú. España es una sola y por suerte Franco se los hizo saber para que no olvidaran nunca.
Un día les contaré las aventuras de mi abuelo en la Legión Condor, tenía una puntería increíble.
Por suerte pudo llegar a tiempo a sudamerica y hacerse profesor de tiro al blanco (el tiro al rojo ya no era tan popular en esos dias)
Me gusta lo que dices en tu blog Roberto. Y me han fascinado las inquietantes personalidades que lo visitan.
Creo que volveré a menudo.
Veo que los tiempos están cambiando pero hay quien no cambia. Lo que tú dices. Hay gente a la que tanto cambio seguido le da miedo. Se llama vértigo; el Shock del Futuro era un libro que creo recordar hablaba de ello. España será un día una remota comarca que existió un un pais llamado Europa, en un pequeño planeta llamado Tierra y donde la gente se preocupaba de su casa y su teléfono más que de erradicar el hambre. Patético, realmente patético.
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