domingo, 11 de mayo de 2008

la ardilla roja

Hace unos días le comenté a Berlin que acababa de ver una película cuyo nombre ahora no recuerdo, de Julio Medem; Berlin me contestó dándome a conocer la mala imagen que de ese director tenía y la existencia de La ardilla roja, película que vi ayer, rapidshare mediante, loado sea.

Me ha encantado la película, aun habiendo estado a punto de abandonar su visión; y es que, al revés que en el caso de la otra película (hhmmmbfgj!!!), la tensión de implicación en la trama ha ido aumentando. Si en la otra el tramo final se puede calificar con doble razón de cagada, en ésta es el tramo inicial el que no consigue convencer.

Alguien que -como yo: por disgusto- abandonase la sala de proyección (podría haber sido mi caso de haberme hallado en una) lo habría hecho, en el caso de la película X, habiendo visto, con inicial fascinación progresiva y subsecuente entusiasmo menguante, la mayor parte de la película, consciente de haber visto algo muy interesante que, no sólo está agotado: entra fétidamente en el marasmo de la boutade.

En el caso de La ardilla roja, el abandonador se habría perdido una excelente película (o casi), saliendo convencido de haber asistido a la proyección del tradicional bodrio eppanyiol.

4 comentarios:

princesa del vértigo dijo...

¿podrías decirme en qué minuto exacto la película comienza a ponerse interesante? De ese modo no correría el riesgo de convertirme en la bella duermiente y perderme todo el esplendor del film. Podríamos aprovechar hasta ese momento para que nuestro común amigo Berlin nos deleitara con una paellita a tres bandas, que ya se está haciendo desear. He de decir que también tiene arte preparando tés chinos variados.

zalakain dijo...

oh no, no puedo

princesa del vértigo dijo...

Oh, mi ex-sabio Salomón. No me digas que vas a fallarme en esta pregunta!!!

zalakain dijo...

Así es, mi adorada princesa, para decírtelo tendría que volver a ver la película porque no recuerdo el punto de inflexión, de hecho ya ni recuerdo la película, ¿cómo se llama?