domingo, 25 de mayo de 2008

Como dice Fulanito


Tal vez no nos sea posible pensar sin tomar posición en alguna forma de combate. Y es que parece que necesitemos convencer a alguien de la corrección de lo que pensamos o, lo que es peor, convencerlo de que esta equivocado. En esa necesidad se apoya la búsqueda de soporte argumental mediante el argumento de autoridad (como dice fulanito....).

Creo que, en el uso del argumento de autoridad, una de las más socorridas es la palabra Ciencia, que podría ser contemplada, desde este punto de vista, como un arquetipo resultante de la creación de dioses antropomórficos*. La ciencia es aquí un ser autónomo dotado de personalidad propia y voz única, lo cual se refleja en expresiones del tipo "lo que dice la ciencia".

Dado que son muchas y muy variadas las posiciones desde las que uno se puede acercar a las afirmaciones de quienes dicen trabajar conforme al método científico, se genera en el acercamiento una concurrencia que deviene en formación de sectas, una de las cuales recibe la calificación de escepticismo. En la proliferación de subsectas, me resulta imaginable algo así como una confederación de blogs auténticamente escépticos que, por una módica cuota, certifique la escepticidad de las afirmaciones vertidas en sus blogs miembros.

¿Es posible pensar desde una forma aposicionada?. Me voy a dar una provisional respuesta: no.

Pensar es hacer uso del lenguaje**. El lenguaje es un conjunto de herramientas simbólicas que estamos creando desde hace no tantos siglos como la frase "al principio era el verbo" podría hacer creer. Entiendo aquí como lenguaje los conjuntos de normas logicomorfosintácticas que regulan (o expresan el comportamiento de) los diferentes idiomas, así como los conjuntos de textos y grabaciones audiovisuales en ellos producidos.

El lenguaje es, pues, un patrimonio colectivo del que, al menos hoy por hoy, sólo es posible hacer uso de una forma selectiva: es imposible asimilar el conjunto de todas las informaciones que humán escribe y dice.




* Comprendo que la expresión puede, para más de uno, resultar pleonásmica, pero es de considerar que, a muchos otros, no les parecería ni siquiera correcta.

** También aquí soy consciente de que la afirmación puede estar sujeta a controversia. Mi afirmación aquí no es sino la toma de un atajo que me permite seguir escribiendo el texto sin perderme en el magma mental donde las respuestas, si existen, son paradójicas o en sí mismas contradictorias.

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