jueves, 15 de mayo de 2008

hoy tengo poco que decir

porque ya he dicho suficiente (tal vez demasiado, sí) en casa de Gracchus.

No. Tenía pensado no añadir nada, pero no me puedo contener. Y es que, cuando menos uno lo espera, salta la liebre y, claro, se le pone a uno cara de conejo. El motivo de la continuación es la visita de un patriota, un auténtico patriota (dioses, qué náusea me da el palabro: si estuviese cerca de un etarra vomitaría hasta vaciarme) que, para mayor divertimento, es rojo y profesional del orden público, según he podido colegir de su críptica autodescripción. La criatura ha dejado el siguiente mensaje:

Al menos yo soy educado y le hablo de usted, aunque no se lo merezca. Ni por sus formas ni por su calaña y mala ralea.
Un saludo tenga usted y siga en su desierto, meditando cual anacoreta sus delirios, pero no nos contamine.

La verdad: es todo un honor ser insultado por según quién.

8 comentarios:

zalakain dijo...

Le he puesto acento al quien sin saber por qué. Quizá debiera quitárselo, aunque no le queda tan mal, bien mirado ...

Juan Luis Nepomuceno González dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
zalakain dijo...

oh, creía que te ibas ...

ja ja ja :))

Gracias, majete, diviértete

Lo dicho: un honor

princesa del vértigo dijo...

¿realmente eres tan despreciable y mala persona como se dice por ahí? qué miedo!!

¿Y qué culpa tienen los alemanes?, digo yo. Cada cual es lo que es por sus propios méritos y elección. Y por esto mismo tenemos la opción de estar o no estar con alguien. ¿por qué tanta obsesión en intentar demostrar que lo de cada cual es lo mejor, lo más bueno? si no me gusta me voy y sigo con lo mío que me hace sentir tan bien.

No van conmigo los fanatismos de ningún signo ni las verdades absolutas, y aquí veo unos cuantos por todos los lados.

Un remedio infalible para quien sufre a menudo de naúseas y fétidas reminiscencias ante la evocación de ciertos términos: tolerancia, respeto, aprender a verse en el que está enfrente (que es como tú en lo básico al fin y al cabo, te vistas del color que te vistas), dar importancia realmente a lo que lo tiene (a mi entender pocas y sencillas cosas, claro que es mi entender, no sé si corto o largo, pero es el que tengo y con eso me manejo como puedo) y por supuesto muuuuuucho sentido del humor con uno mismo.

Un saludo

P.D. lo de las sustancias alucinógenas ya lo sospechaba hace tiempo. ¿Cuál usas cuando te pones a desvariar sobre salmones y besugos? :-))

zalakain dijo...

Pues ya lo ves, amada princesa, soy mucho más malo de lo que parece, y eso me tiene el ego hinchado :-)

Acerca de las sustancias, lamentablemente, ninguna :-( . En tiempos, ay, jóveneees éramos tan jóveenees, fui muy aficionado a fumar porros, pero mi salud no me lo permite más (ni porros ni nada: el humo no se ha hecho para los pulmones, o al revés).

Afortunadamente, las lesiones que tal hábito provocó en mi sistema nervioso son irreversibles :-)

zalakain dijo...

Miento: mastico bastante tabaco, un repugnante invento danés mmm

adelle dijo...

Normalmente vemos "la paja en el ojo ajeno", pero no la viga en el propio.
A menudo la gente con una neurona "si es que.....", proyecta en el otro eso que no quiere ver.
En fin que importa si eres ruin o irracional, o consumes alguna extraña sustancia, cuando nos has regalado esas bellísimas fotografías, o has escrito con exquisita ironía e inteligencia.
Salud por eso y que vivas mucho para seguirlo haciendo.

Un abrazo, tiempo que no pasaba por aquí, pero siempre vale la pena hacerlo

zalakain dijo...

Caramba, Adelle, esto sí que es una flor!, cuánto tiempo sin leerte! (una injusticia :-)
Un abrazo para ti