domingo, 18 de marzo de 2007

siesta




La de hoy ha sido una mañana fría y lluviosa, como que la primavera dio un paso atrás, y después de comer me tumbé en la cama y Sofía conmigo. Ella se quedó profundamente dormida y a las dos horas despertó con esta cara. Después la llevé a casa de su mamá y me fui a recoger a Jean Jules. Su auto eléctrico se había negado a seguir circulando en Ginnheim, todavía no sabe por qué. Lo he remolcado hasta su casa, toda una aventura con las calles atestadas de autos que vienen a la feria. A eso de las seis, ha despejado y el cielo lucía un magnífico azul metálico, a cada inspiración me llenaba de vida.

6 comentarios:

Camilo dijo...

Ay las fierecillas. No sé si nos quitan o nos dan más vida. Y cuando dices lo de que te llena de vida, te entiendo. Ese aire frio te deja los pulmones como si te inyectases oxígeno en vena. Es maravilloso.

Maripuchi dijo...

Camilo, creo que las dos cosas: nos la quitan y nos la dan. Esa es la maravilla de la paternidad.

Zalakaín. Un bombón Sofía. Si.

Besos a los dos.

pensando con el corazon dijo...

Mira que cuando escribes así... también llenas la atmosfera de vida... QUE ESTUPENDO ES TENER A QUIEN QUERER VERDAD?


Un abrazo

Sarsillo

pensando con el corazon dijo...

Por cierto FElICIDADES!!! ES EL DÍA DEL PADRE!!!!

Besos

Sarsillo

Blanca dijo...

Eso es pasar un domingo magnífico, disfrutando de lo bueno que tenemos y que nos continúa.

adelle dijo...

Los hijos son de lo mejor que le puede pasar a uno en la vida.
Tu Sofía es hermosa y tus palabras me han contagiado la energía.
Así que gracias por eso
Un abrazo