miércoles, 2 de julio de 2008

Hans-Christian Ströbele: Gebt das Hanf frei!


En la entrega de marzo/abril de 2003, la revista Grow publicaba una entrevista con Hans-Christian Ströbele, diputado por la circunscripción de Friedrichshain-Kreuzberg- Prenzlauer Berg-Ost. Ésta es la traducción.

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Grow: ¿Cómo llegó usted al tema cáñamo?

Ströbele: Como defensor en asuntos penales entré en relación con personas que tenían que ir al juzgado y a la prisión por asuntos de drogas. Miraba las sentencias y no las comprendía. Además, he seguido de cerca desde un principio el movimiento de legalización, desde el "Smoke Ins" en Tiergarten hasta hoy. Yo mismo no consumo desde hace 15 ó 20 años...

Grow: entonces... ¿antes sí?

Ströbele: Nunca he fumado un porro. Pero sí que, como estudiante, he bebido cerveza, y vino, y licor -siempre poco- y también he fumado un poco. Y de pronto lo dejé, porque notaba que afectaba negativamente a mi salud. Yo no fumo, no bebo, no tomo café, prefiero té, y mejor leche. Por eso que lo de implicarme en la legalización del cáñamo no lo hago para mí, sino por otros motivos.

Grow: que serían...

Ströbele: La justicia social. Yo observo muchas personas a mi alrededor que con toda naturalidad exigen el derecho a la embriaguez, bebiendo y fumando cigarrillos y, en cambio, no quieren admitir que un porro no es tan problemático como el abuso de bebidas alcohólicas o de la nicotina. Yo he constatado que, socialmente, los consumidores de marihuana son más bien comparables a consumidores de alcohol, en general no son agresivos. Por eso, si bien les aconsejo que se aparten de las drogas, digo también que ese trato tan extremadamente diferente es una de las grandes mentiras de nuestra sociedad. Y -ésta es también una experiencia importante- yo sé que las prisiones están llenas, que los juzgados, la fiscalía, la policía, están sobresaturados, porque esta droga es ilegal y está cargada con penas muy severas. La penalización hace que los beneficios sean altos y amplía los delitos cometidos hasta el asesinato. La miseria asociada a todo ese escenario criminal desaparecería de un día para otro si llegásemos a una legalización controlada. Como en el Chicago de los años veinte tras el levantamiento de la prohibición del alcohol.

Grow: ayer, en la discusión sobre drogas, donde también estaba usted, el señor Rüttgers dijo que ya tenemos una droga legal, el alcohol, y que no deberíamos admitir ninguna más. ¿Qué le parece esto?

Ströbele: La experiencia muestra que ni las prohibiciones ni penas muy duras aportan algo. Hace ya cincuenta años que se lleva a cabo una guerra mundial contra las drogas. Es una guerra perdida. El abuso de drogas no disminuye, aumenta. En las terribles estadísticas anuales de muertes por drogas está ausente el cannabis. Aun así, se penaliza con fuertes penas de privación de libertad. Por otra parte, desde que leí hace unos años el libro de Matthias Bröckers, soy un fanático del cáñamo en su forma no fumable...

Grow: .. Cáñamo útil...

Ströbele: Me he comprado toda clase de cosas de cáñamo: chaquetas, pantalones, vaqueros, zapatos, calcetines, champú, de todo, hasta chocolate con cañamones. El cáñamo es una vieja e importante planta de la cultura europea, con muchas ventajas, que deberíamos recuperar.

Grow: Aunque es sumamente difícil, porque las técnicas de cosecha están completamente anticuadas a causa de la prohibición.

Ströbele: La verdad es que de esos detalles no me he ocupado. Pero sé que desde entonces leo con renovada atención cuentos antiguos, en los que se habla de camisas de cáñamo, sacos, o cordeles de cáñamo. Los cuentos tienen lugar en Odenwald, o en la Selva Negra, es decir, en plena Alemania. ¿Cómo pudo suceder esto, que una planta de valor cultural fuese llevada a semejante descrédito, un descrédito tal que ha sido prácticamente olvidada o asociada al pánico?

DHV: Los argumentos que acabas de nombrar sobre los efectos en el mercado negro, como la comparación con la prohibición del alcohol en los USA, son de hecho válidos para todas las drogas.

Ströbele: todas las ilegales...

DHV: Exactamente, todas las ilegales, eso significaría que hay que legalizar no sólo el cáñamo, sino también todas las drogas ilegales...

Ströbele: Por lo que se refiere a as drogas "duras" no estoy seguro, porque los efectos sobre la salud son terribles, no sólo en lo referente a la adicción, sino en los daños para la salud física y mental de los afectados. Hay que suavizar la miseria y prevenir la muerte de las personas afectadas mediante administración de metadona incluso de heroína.

DHV: ¿Cómo se ve en los Verdes la petición de legalización del cáñamo?

Ströbele: Los Verdes siempre han estado a favor, hasta ahora. En el tan criticado grupo parlamentario, donde hay fuertes discusiones en las que a menudo estoy en minoría, es todo diferente en lo tocante a este punto. No hay discusión sobre si hachís o marihuana deben ser legalizados, estamos todos de acuerdo. Además de que algunos ya lo deben de haber probado, quizá incluso fuman. Desde que los Verdes están en el gobierno hemos sido acusados de traidores a la idea de la legalización del cáñamo. Eso no es correcto. Se trata de que esta reivindicación no se puede imponer en la coalición con un partido con un peso de un 6,7%, ahora un 8,6%. En las últimas negociaciones hemos intentado conseguir el ingreso en la legalización, en vano, por desgracia. El compañero de coalición no está dispuesto ni a tratar el tema. Sin un cambio de posición en el SPD no podemos avanzar. Deshacer la coalición sólo porque el cáñamo no se legaliza, eso no lo quiere nadie. Los Verdes no queremos eso.

Grow: Lo comprendo. Sólo algunas palabras sobre los sucesos recientes, "Gebt das Hanf frei!...", cuenta, cómo pasó...

Ströbele: En la Parada del Cáñamo 2002 hice una alocución ante la sede de la CDU, que fue parcialmente retransmitida por TV. Allí se escucha una frase que no se refiere a la legalización sino a un suceso al margen de la parada: en el coche de los Verdes había varios ramos de plantas de cáñamo que la policía había requisado antes de mi llegada. Era cáñamo legal, bajo en THC, cosechado por la mañana por unos campesinos de Brandenburg. Había incluso una autorización. Entonces me dirigí a la policía y traté el asunto con ellos. Se negaban, ilegítimamente, a devolver el cáñamo. Eso me excitó mucho. En la alocución hablé del asunto y añadí la frase: "Gebt das Hanf frei! Und zwar sofort!" ("devolved las plantas; e inmediatamente, además"). Ese corte lo vio Stefan Raab en las noticias. Hasta entonces yo no lo conocía. Lo pasó varias veces en su show e hizo una canción a partir de él. Cuando lo supe, pensé inicialmente: Este no puede hacer eso. Está lesionando mis derechos de autor haciendo dinero con mi frase. Quería prohibírselo. Después escuché la canción y no me pareció mal, de hecho adecuada para mi objetivo político. Esto da impulso a la reivindicación de legalización del cáñamo. Al final incluso fui a su show...

Grow: Y fue estupendo. Lo vi casualmente, y me encantó.

Ströbele: La canción subió puestos en las listas y entonces exigí una parte del beneficio. Stefan Raab estaba sustancialmente de acuerdo. La suma todavía está por aclarar.

Grow: ¿Y qué pasará con el dinero?

Ströbele: Por un lado, irá a apoyar la reivindicación de legalización, como p.e. a la Parada del Cáñamo, y la mitad a proyectos de prevención de la adicción.

Grow: ¿Qué se puede aconsejar a nuestros lectores, para que consigamos la legalización?. Cómo se puede influir sobre los políticos, que son quienes a fin de cuentas han de decidir...

Ströbele: La tesis de que esta droga no está culturalmente aceptada en Alemania está desacreditada hace tiempo. Una buena parte de la población consume la cosa y sabe cómo hacerlo racionalmente. En concreto, entre los jóvenes, son millones, tanto si nos gusta como si no. Todos los que lo quieran hacer, deberían dirigirse a los diputados de su circunscripción, da igual si SPD o CDU o FDP y dejarles claro que no estafan a nadie si apoyan la legalización del cáñamo, bien al contrario. Para muchos de la CDU es aún un escenario horripilante, como si quisiéramos legalizar la pornografía infantil. Yo he conocido gente en todos los partidos que no tienen nada contra la legalización, pero temen la reacción de protesta entre sus electores. En un próximo parlamento tendrían que encontrarse suficientes diputados que configuren una moción de consenso, como en otros candentes temas tabú en el pasado.

Grow: ¿Hay supuestos concretos de cómo habría que regularlo?

Ströbele: Se está discutiendo. Habría que administrar la droga en farmacias, o en Coffeeshops como en Holanda, o en las droguerías?. Tal vez las farmacias se negasen. Un primer paso podría ser la administración como medicina paliativa en enfermedades severas como SIDA o cáncer. También soy favorable a que se pongan barreras o impedimentos, por ejemplo con el tabaco, que se exigen pero no se cumplen: la eliminación de las máquinas expendedoras. Habría que crear un sistema para controlar la cosa. No debiera ser más barato que el alcohol. Y el estado no debiera invertir el dinero en ejército y guerra, como con el del tabaco, sino ligándolo a la prevención de la adicción, para aclaraciones sobre peligros del consumo de drogas y ayuda en general.

DHV: Y el cultivo propio de cáñamo debiera también ser legal ...

Ströbele: Sí, sí, ... claro. Hoy puedo producir alcohol o plantar tabaco y encima me dan subvenciones de la EU. Se puede incluso asaltar y robar a alguien, que se castiga con menos prisión que si se deja crecer cáñamo en la bañera. Mundo loco.

DHV: Entretanto, con la canción, te has convertido en mascarón de proa del movimiento de legalización, al menos entre los políticos. ¿Qué sientes ante esto?

Ströbele: me resisto un poco contra esa absurda afirmación de que no consumo la droga y quiero intoxicar a otros. Cuando expreso mi oposición a la criminalización de bebidas alcohólicas o tabaco, tampoco quiere decir que quiero emborrachar o ahumar a otros, por eso insisto en una segunda frase y remarco que yo no tomo drogas y desaconsejo a los demás que lo hagan. Tal vez soy así, como partidario de la legalización, más adecuado que si fumase y plantease la legalización para satisfacer mi adicción.

Espero que el año que viene avancemos con la legalización. Es muy necesario. Para ello hay que valorar las consecuencias de la administración legal de cáñamo en Holanda y Suiza. Hay muchas interpretaciones con frecuencia interesadas. Muchos afirman que los holandeses sólo han hecho experiencias negativas. Eso no es cierto, pero no estoy bien al corriente....

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