lunes, 4 de junio de 2007

los tiros

En la primera mitad del siglo XX se enfrentaron tres formas de entender la organización social: el fascismo, el comunismo y el liberalismo. El primero sucumbió arrasado a tiros por los otros dos, si bien sobrevivió adaptándose a las formas del tercero con notable éxito, especialmente en España y en Chile, países que gozan actualmente de estados puestos en marcha por movimientos de inspiración fascista. Que fascismo y comunismo eran modelos muy parecidos es algo que costó mucho tiempo confirmar, a causa del carácter mesiánico que los comunistas atribuían a su doctrina. Hoy sabemos que en Siberia sucedieron cosas que relativizan mucho lo que pasó en Auschwitz.

El tiempo ha desnudado al comunismo de su carácter mesiánico y ha reducido al estado que propagó y se benefició de tal movimiento religioso a aquello que le reprochaban sus detractores: el centro del imperialismo ruso.

¿Qué tenían en común esas tres formas de entender la organización social?; la fe en la capacidad transformadora del trabajo de dimensión industrial, el trabajismo. Se trataba, se trata, de poner a trabajar a las masas para transformar el mundo.

Para quienes vivimos en esta parte del mundo parece claro: el liberalismo es la forma triunfadora y, por tanto, la mejor, la más deseable. Está basada en la libertad de competición entre individuos que luchan con los demás y consigo mismos para devenir mejores, ellos y, con ellos, el todo. Se les ve de buena mañana sacando a sus retoños a la calle, que salen con el sol y llevan las espaldas cargadas con su pesada mochila en pos de la mejora del mundo.

En España es especialmente exitoso; la idea progresa saltando de una mente a otra chisporroteando alborozada: "somos el primer mundo", y en su carrera dibuja hoy las siglas en rojo del caballo que apunta a ganar en la próxima carrrera: "pe-ese-o-e".

Pero el otro caballo no duerme; y muchos apuestan por él; será por algo.

PS: He puesto el enlace anterior porque me resultaba enternecedor ver un post de un parlamentario pepero loando una acción de un país que ha perfilado su estado con técnicas socialdemócratas y, lo que es aún más importante, soltando la frase: " ¿Se imaginan un carburante que no contribuya al calentamiento de la tierra? ¿un combustible enteramente renovable?". So sweet! :-). Después me he caído del árbol al leer el post siguiente; me ha descompuesto el tufo a rancio (Pepé), pero, antes, por un momento, me he creído en el mundo ideal de la señorita Pepis.

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