lunes, 25 de junio de 2007

animales



Me sucede con frecuencia que me quedo inmóvil, perplejo, como queriendo aprender de lo que veo, intentando desconectar de la estupidez aprendida.

Al ver, al mirar, esta mariposa, sentía el placer de respetar y admirar la vida en todas sus formas; en ese momento no, ahora, me pregunto cuánto hay de cierto en esa idea de la necesidad de matar para sobrevivir; cuánto de inercia, cuánto de necesidad y cuánto de placer.

He buscado en Google una expresión que atribuía al más "divertido" de los poetas espanyoles. Han aparecido 41.100 usos de la expresión "merienda de negros". Pero no, el "poema" (el romance :-) se llama "boda de negros".

¿Qué se puede esperar de quienes así hablan de sus congéneres en cuanto al trato de los (demás) animales?