martes, 4 de marzo de 2008

debate


He vuelto a ver el debate y creo que ahora entiendo por qué Bambi está en ese estado de tensión. Creo que es la actitud que se tiene ante un traidor, ante un delator. Le está reprochando los palos en la rueda, que no sea un opositor constructivo que le critique para mejorar aún más.

No creo que esto contribuya a cambiar algo, porque, me parece, las elecciones son una especie de competición tribal en la que los argumentos están al servicio de las pulsiones de pertenencia colectiva y estos pseudodebates no sirven para aclarar cuestiones programáticas sino para ofrecer un espectáculo de contraste de caracteres. Desde el punto de vista de la dominante moral cristiana, el ganador es, de calle, Bambi. Es decir: sí creo que esto ha contribuido a cambiar algo. O sea, que sí que no. Digo: que no, que sí.

En todo caso, resulta penoso ver cómo se va configurando ese monopolo ppsoe que mutila las posibilidades de debatir política.


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