martes, 19 de febrero de 2008

vino del cielo

Me da que es algo propio de personas inmaduras*; me pasa que me quedo colgado de un bucle musical, una canción que escucho y escucho con delectación renovada durante horas, día tras día.

La canción que ahora me ocupa me transporta a la época del acné, cuando, a mis quince-dieciséis, los incipientes clandestinos cócteles sanguíneos de testosterona, nicotina, alcohol y ccr me empujaban al abismo de la búsqueda de hembra.

Es una canción que hoy se me antoja interpretar guerrera, alarido armónico de una tribu que ha arrasado a sus enemigos y se dispone a escribir el fín de la historia, que es su principio, consciente de que nadie puede juzgar su genocidio por haber impuesto por doquier su ley, su mercado.

* ¿conseguiré yo en lo que me queda eludir el tránsito a la madurez?


powered by ODEO

No hay comentarios: