domingo, 23 de septiembre de 2007

MOGRESIÓN DE UN VIDANIO

La misobuquia de popoyo es una trivinesia adhocilante, tanto que, supongamos, en un mestibuloo atibullado de malganhemias resulta imposible distinguir si hay alguna con intenciones; uno se esfuerza y sólo consigue distinguir trasos sirqulares de panio húmedo que se levantan, una vez y otra, boliviendo a lo mismo, que es ser cambiante y siempre la misma, tan otra, la misma, la misma.

Asiesque a las veces una zonrisa aplizada a la ofisinal puede como una buelta de sopor compugrafiado centimentalmente, centimente, cimente, ciéntece poofavol. O más, lo digo sin reskemo, no es una cauzalidad, ni un miasma cósmico, sino el resultado de la interaccion de una ley cualsequiera con el espacio interestelar abrigado en la entrepierna.

Es así que desidí razurarme. Al verme en el espejo, el límpido mantidemio me hizo comprender que había perdido el hilo, que ya era uno más en el mar de cabos sueltos, cabosueltos, cabo suelto.

5 comentarios:

adelle dijo...

Curioso tu relato, me llega como "teatro del absurdo".
Me encantan tus fotos,casi todas, encuentro que resaltas justo aquel punto o aspecto "especial, diferente" ya sea por su belleza o por su contraste.
Encuentro que tienes mucho talento para ese arte.

zalakain dijo...

Caramba, Adelle, me has dejado kao, al final llegaré a creer que tengo algo de talento. En cualquier caso, me encanta que te guste. La intención de poner algo online siempre es agradar. Un beso.

Maripuchi dijo...

Pues yo sigo trabajando en ellof...
Besos, Za

Camilo dijo...

Pa mi que furdincias en deceso, ¿no? Como no me entero, me quedo también con tus fotos que son màs claras. Ja, ja.

adelle dijo...

Oye Zalakain mi percepción es que a tí es bien difícil dejarte "kao" pero por ahora me quedare con el beso.
Otro para tí