
Me pregunto si acabarán volviendo a los orígenes, a aquello de "cristianos por el socialismo", expresión que me resulta quasi pleonásmica. Que quede claro que no tengo nada especial en contra (si así se pueden considerar la distancia y la inmiscibilidad que me separa del PSOE). Domberlín dice que Pepiño es sectario; yo le digo que sí, que es encantadoramente sectario. No tengo nada en contra de las sectas pacíficas.
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