Lo primero que me viene a la mente son unos labios abundantes, esponjados, de un intenso y brillante rosado que invita al beso, no necesariamente húmedo.
Pero lo que más claramente asocio con sensual son los senos; unos senos redondos, suaves, llenos, que acaricio suavemente con mis mejillas, la nariz , los labios, la lengua. Sí, la palabra "senos" entra de lleno en lo sensual.
Pero no menos que la palabra "labios", que habla también de la entrada a otra dimensión de lo sensual, la del beso de los labios de la vulva; vulva: sonido emparentado con nalga, con la ele levantada en medio, nalga turgente, invitante, que llama a perderse.
No sé por qué digo que no sé por qué tiendo a asociar inmediatamente la palabra "sensual" con "sexual". En este estado no les encuentro diferencia. Estoy ensoñando su vientre.
